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Introducción
Actualmente,
los consumidores están más interesados que nunca en el origen de los productos,
de cómo fueron cultivados o si son seguros para comerse, así como del contenido
nutricional enfatizando su preocupación por la posible contaminación con
agroquímicos, especialmente por los de consumo en fresco (Brentlinger, 2002,
López, 2004). Por lo anterior, es
necesario encontrar sistemas de producción apegados lo mas cercano posible a lo
no aplicación de agroquímicos, siendo uno de los caminos, la agricultura
orgánica, la cual según la FAO (2001) en forma general, la define como
un método agrícola en el que no se utilizan fertilizantes ni plaguicidas
sintéticos; así mismo, en México y Estados Unidos, las normas coinciden a lo
establecido por la FAO, con la peculiaridad de las especificaciones propias de
cada país, las cuales están contenidas en los siguientes documentos,
respectivamente, NOM.037 FITO (1995) y
NOP (2004).
Gómez et al. (1999) menciona que básicamente los principales problemas de
que enfrenta la agricultura orgánica, en México y en algunos lugares del
mundo, son la comercialización, las
limitantes ambientales, los costos de producción y la insuficiencia de capacitación
e investigación; la comercialización debido a la oferta y demanda, en función
del suministro constante de producto; las limitantes ambientales, debido a las
aspersiones aéreas de agroquímicos en áreas aledañas a las orgánicas,
repercutiendo en la contaminación de éstas, así como el agotamiento de los
suelos; los costos de producción, debido a que la mayoría de los productos
autorizados son extranjeros y por consiguiente de precio elevado, mientras que
la insuficiencia de capacitación e investigación, origina que los productores
recurran a técnicos y/o instituciones extranjeras. Aunado a lo anterior las
normas establecen un periodos de tres a cinco años para la reconversión de un predio para certificarlo
como orgánico, entre otras cosas (NOM.037 FITO, 1995; NOP,
2004; Brentlinger, 2002).
Por otro lado, la tendencia actual de producción de
tomate, es realizarla bajo invernadero, que según
Castilla (2003) dichas estructuras pretenden mejorar las condiciones
ambientales para incrementar la bioproductividad, presentándose producciones de
tomate de 300 a 500 ton/ha/año, en función del nivel de tecnificación del
invernadero, el cual garantiza que el producto cumpla con los estándares de
calidad e inocuidad alimentaria que exigen los mercados internacionales (Muñoz,
2003a), sin embargo, el principal problema de la producción en invernadero, una
vez que se tienen las condiciones ambientales controladas, es la presencia de
plagas y enfermedades así como la fertilización. Dodson et al. (2002) mencionan que de no efectuarse un efectivo control de
plagas y patógenos, éstos puede llevar al exterminio total, lo anterior origina
que la mayoría de los productos agroquímicos se apliquen de manera preventiva y
continúa, sin tomar en cuenta los umbrales de acción, originando que el fruto
lleve altas cantidades de residuos de agroquímicos, los cuales son monitoreados
minuciosamente al pretender ser exportados con la consecuencia del rechazo del
producto. Por otro lado, la fertilización nitrogenada se lleva a cabo
básicamente con fuentes de nitratos (Anónimo 1,2003), debido a su mayor
solubilidad, sin embrago, éstos, pueden originar un daño en nuestro organismo,
siendo mayor el problema en niños, debido a que si los nitratos no son dañinos,
pueden convertirse a nitritos, los cuales en altas concentraciones son tóxicos
y en infantes crece el riesgo de causar metahemoglobinemia (Anónimo 2, 2003);
cabe señalar que la fertirrigación no es admitida en el manejo orgánico, debido
a la aplicación de fertilizantes químicos (FAO, 2001; NOM.037 FITO, 1995; NOP,
2004); aunado a lo anterior, además de contaminar de agroquímicos el fruto, el
costo de los insumos por éste rubro, incrementa considerablemente los costos de
producción, mencionando Castellanos (2003c) una erogación de $118,000 pesos por
concepto de fertilizantes para un ciclo de 10 meses
La producción de tomate orgánico en México se lleva
a cabo en Baja California Sur (Navejas,
2002), pero si bien la cosecha es orgánica, los rendimientos son bajos, por lo
que es conveniente, producir en invernadero, garantizando rendimientos mucho
más elevados, garantizando obviamente la aplicación de insumos orgánicos para
garantizar la obtención de un producto orgánico y prácticamente inocuo, por lo
que la obtención de un sustrato orgánico, evitaría los tres años mencionados,
lo anterior coincide con lo citado por Castellanos et al (2000), hoy en
día existen creciente interés por utilizar fuentes orgánicas para abonar los
suelos, en un intento de regresar los sistemas naturales a la producción
orgánica. Una alternativa en la Comarca Lagunera sería crear dicho sustrato a
partir de estiércol composteado, del cual se producen alrededor de 49 mil
toneladas de materia seca (Luévano y Velásquez, 2001) en combinación con arena
o perlita, materiales presentes en la Región.
Dodson et al.
(2002), mencionan que la diferencia entre la producción en invernadero de
tomate convencional contra la orgánica, varía en tipo el sustrato, las
prácticas de fertilización y el método de control de problemas fitosanitarios;
así mismo, Bernal (1995) y Navajas (2002)
mencionan que lo esencial contra la lucha de los insectos y enfermedades en los
sistemas orgánicos, es la prevención y que en la actualidad hay productos
permitidos por las normas internacionales de productos orgánicos, los cuales
son todos a base de extractos vegetales.
FAO (2001) menciona que Japón, la
Comunidad Europea y Estados Unidos,
son los principales consumidores de productos orgánicos, los cuales tiene un
sobre precio del orden del 40%, mientras que en México, López (2004) menciona
que el precio es 30 o 40% mas bajo que las convencionales. Navejas (2002)
menciona que en Baja California Sur, el tomate orgánico ocupa diez veces menos
superficie que el convencional, pero alcanza una cotización diez veces mayor
que el convencional
Para que un producto se venda
como orgánico, debe ser certificado por empresas especializadas, en México se
encuentran la Quality Assurance Internacional (QAI) y la Oregon Tilth Certified
Organic (OTCO), las cuales cobran aproximadamente 100 y 25 dolares la hectárea,
respectivamente; cabe señalar que la certificación es anual y contempla la
revisión del aspecto administrativo como el de producción, incluyendo en
algunos casos visitas sorpresa (Gómez et
al., 1999). Por otro lado, Calvin y Barrios (2000) mencionan que
la etapa ideal para exportar a Estados Unidos, es en invierno, ya que no
reciben tomate de ninguna parte del mundo, mientras que internamente solo
Florida lo produce, sin satisfacer, generalmente, la demanda interna.
En lo antes expuesto, se basan
los objetivos del presente trabajo, enfocados a generar tecnología
de producción para cultivar tomate orgánico bajo condiciones de invernadero,
así como evaluar mezclas en diferentes
proporciones de compostas y medios inertes que permitan la obtención de un
sustrato orgánico que permita buenos rendimientos y calidad de fruto
Materiales
y Métodos
El experimento se estableció en el Campo
Experimental La Laguna (CELALA-INIFAP), ubicado en el km 17.5 de la carretera
Torreón-Matamoros, en el municipio de Matamoros, Coahuila, dentro de la Comarca
Lagunera. Se realizó bajo un invernadero de 250 m2 con estructura
totalmente metálica, cubierto lateralmente por láminas de policarbonato y doble
capa de plástico en el techo; el sistema de enfriamiento consistió en pared
húmeda y dos extractores, mientras que la calefacción fue suministrada por un
quemador de gas, ambos equipos, programados automáticamente. El sistema de
riego fue por goteo. El genotipo evaluado fue Andre. La siembra se realizó el
14 de agosto y el trasplante el 11 de septiembre. Se establecieron cinco camas
de concreto de 75 cm de ancho y 1.70 cm entre centros de cama, utilizando
macetas de 18 kg, colocándolas a doble hilera en cada cama con arreglo de
tresbolillo espaciadas a 30 cm entre plantas. Las plantas fueron guiadas a un
solo tallo, sosteniéndolas con rafia. Las temperaturas extremas dentro del
invernadero se muestran en la Figura 1. Se utilizó un diseño experimental
completamente al azar, siendo la unidad experimental una maceta con tres
repeticiones con un arreglo trifactorial 2x2x4, en donde el factor A fueron
compostas (Biocomposta, composta comercial y Vermicomposta, lombricultura); el
factor B, sustratos inertes (Arena y Perlita); y factor C, cuatro niveles de
composta (12.5%, 25%, 37.5% y 50%), dando lugar a 16 tratamientos (Cuadro 1),
los cuales únicamente fueron regados con agua sin adición de fertilizantes;
además se usó como testigo, un sustrato de arena con fertirrigación, usando la
solución nutritiva propuesta por Zaidan (1997). Las variables evaluadas fueron
altura, rendimiento y calidad de fruto (peso de fruto, diámetro polar, diámetro
ecuatorial, grados brix y espesor de pulpa). El ciclo del cultivo fue de 135
días. Se presentó cenicilla, ácaro del bronceado y mosca blanca. Los análisis
estadísticos se realizaron mediante el paquete estadístico SAS (1998).
Cuadro 1.
Tratamientos evaluados en la producción de tomate orgánico bajo invernadero.
CELALA-INIFAP, 2003
Compostas
|
Sustrato
Inerte
|
Porcentaje
de
composta
(%)
|
Tratamiento
|
Biocomposta
(Bio)
|
Arena
|
12.5
|
1
|
25
|
2
|
||
37.5
|
3
|
||
50
|
4
|
||
Perlita
|
12.5
|
5
|
|
25
|
6
|
||
37.5
|
7
|
||
50
|
8
|
||
Vermicomposta
(Vermi)
|
Arena
|
12.5
|
9
|
25
|
10
|
||
37.5
|
11
|
||
50
|
12
|
||
Perlita
|
12.5
|
13
|
|
25
|
14
|
||
37.5
|
15
|
||
50
|
Resultados
y Discusión
Rendimiento
El
análisis de varianza mostró diferencias significativas para compostas,
sustratos, porcentaje y las interacciones presentadas entre los tres factores.
Para
compostas, se observa que el tratamiento testigo es mayor a las dos compostas,
mientras que éstas entre sí son iguales estadísticamente (Cuadro 2). Nótese que
el testigo es 43% más productor que las compostas; así mismo, la similitud
estadística presentada por las compostas, permite usar cualquiera de éstas
indistintamente. Castellanos (2003a) menciona que el consumo de nutrientes en
los cultivos en invernaderos es muy elevado, por lo que es necesario el
suministro de nutrientes, sin embargo, los nutrimentos contenidos en las
compostas mas los del agua son suficientes para obtener buenos rendimientos, lo
anterior coincide con Castellanos (2003b), donde menciona que el agua de riego
trae consigo nutrimientos como calcio, azufre, potasio, magnesio y añade que
las aguas con cierto grado de salinidad representan un ahorro en el uso de
fertilizantes, pues se reducen la cantidad de fertilizantes a utilizar. Acosta
(2003), menciona que la vermicomposta tiene una respuesta favorable en
rendimiento
Cuadro 2.
Comparación de medias de compostas evaluadas en rendimiento de tomate orgánico
bajo invernadero. CELALA-INIFAP, 2003
Compostas
|
Rendimiento
t/ha
|
Peso
g
|
Polar
cm
|
Ecuatorial
cm
|
º
Brix
|
Pulpa
cm
|
No.
lóculos
|
Bio
|
65.6
b*
|
205.05 b
|
5.28 b
|
6.62 b
|
4.3 a
|
0.76 a
|
4.95 a
|
Vermi
|
63.5
b
|
232.71
a
|
5.83
a
|
7.06
a
|
4.2
a
|
0. 79 a
|
5.67 a
|
Testigo
|
114.5
a
|
245.77
a
|
5.68
a
|
7.09
a
|
3.4
b
|
0.77
a
|
5.41
a
|
DMS (0.05)
|
**
|
**
|
**
|
**
|
**
|
ns
|
ns
|
*tratamientos
con la misma letra son iguales estadísticamente, DMS al 5%.
Por
otro lado, en los sustratos, el testigo sobresale en rendimiento con 38.2 % y
48.91 %, respectivamente, en relación con perlita y arena, mientras que en
entre estos, la perlita es superior (Cuadro 3), es decir que el sustrato que se
debe utilizar para complementar la cantidad de composta debe ser perlita y no
arena. Acosta (2003) produciendo en vermicomposta con arena obtuvo buenos
rendimientos, aunque inferiores al testigo. Castellanos y Vargas (2003)
mencionan que la arena es un sustrato económico cuando se tiene disponible a
una distancia cercana; sin embargo, añaden que la perlita es un sustituto
excelente de la arena, pero con la ventaja de ser mucho más ligero y de fácil
manejo. Muñoz (2003b) menciona que la perlita es perfecta para incrementar la
aireación, que caso de mezclase con composta, puede proporcionar en parte, la
falta de oxígeno
Cuadro 3.
Comparación de medias de sustratos evaluadas en rendimiento de tomate orgánico
bajo invernadero. CELALA-INIFAP, 2003
Sustratos
|
Rendimiento
t/ha
|
Peso
g
|
Polar
cm
|
Ecuatorial
cm
|
º
Brix
|
Pulpa
cm
|
No.
lóculos
|
Arena
|
58.50
c*
|
210.4
b
|
5.41
|
6.75
|
4.31
a
|
0.75
b
|
5.35
|
Perlita
|
70.79
b
|
223.3
b
|
5.62
|
6.91
|
4.36
a
|
0.80
a
|
5.20
|
Testigo
|
114.51
a
|
245.7
a
|
5.68
|
7.09
|
3.41
b
|
0.77
ab
|
5.41
|
DMS (0.05)
|
**
|
**
|
ns
|
ns
|
**
|
**
|
ns
|
*tratamientos con la
misma letra son iguales estadísticamente, DMS al 5%.
En
lo que respecta a los porcentajes de compostas (Cuadro 4), el testigo fue
superior porcentualmente en 32.12, 37.25, 46.44 y 57.58, respectivamente para
los niveles de 37.5%, 50%, 25% y 12.5%; cabe señalar que tanto 37.5 y 50%
conformaron el segundo grupo estadístico y son estadísticamente iguales, es
decir que ambos producen el mismo rendimiento, prefiriendo por costos de
producción, el nivel de 37.5%. Lo anterior, coincide con lo obtenido en los
trabajos de Ávalos (2003), Gómez (2003) y Acosta (2003), ya que mencionan que
la Vermicomposta al 37.5%, es el porcentaje que presenta un mayor rendimiento.
Para
la triple interacción (Figura 2) encontramos nueve grupos de significancia
estadística, en donde el testigo representó al primer grupo con una media de
114.51 t/ha, mientras que el segundo grupo fue conformado por las combinaciones
de Vermi+arena+50, Vermi+perlita+25, Bio+arena+37, Vermi+perlita+50 y
Bio+perlita+37 con una media de 89.64 t/ha, mientras que los del último grupo
de significancia fueron Vermi+arena+25, Vermi+arena+12 y Bio+arena+50, con una
media de 29.31 t/ha.
Cuadro 4
Comparación de medias de porcentaje evaluadas en rendimiento de tomate orgánico
bajo invernadero. CELALA-INIFAP, 2003
Porcentaje
|
Rendimiento
t/ha
|
Peso
g
|
Polar
cm
|
Ecuatorial
cm
|
º
Brix
|
Pulpa
cm
|
No.
lóculos
|
12.5%
|
48.57
d*
|
199.7 b
|
5.1 b
|
6.47 b
|
4.2 c
|
0.76
|
4.92 b
|
25%
|
61.33 c
|
234.13 a
|
6.0 a
|
7.24 a
|
4.2 b
|
0.79
|
5.12 ab
|
37.5%
|
77.73 b
|
230.9 a
|
5.6 a
|
7.05 a
|
4.5 a
|
0.79
|
5.95 a
|
50%
|
71.85 b
|
202.6 b
|
5.1 b
|
6.47 b
|
4.3 a
|
0.76
|
5.0 b
|
Testigo
|
114.51 a
|
245.7 a
|
5.6 a
|
7.09 a
|
3.4 d
|
0.77
|
5.4 ab
|
DMS (0.05)
|
**
|
**
|
**
|
**
|
**
|
ns
|
**
|
*tratamientos
con la misma letra son iguales estadísticamente, DMS al 5%.
Calidad
Peso
de fruto
Para
la variable peso de fruto, existió diferencia significativa para todas las
fuentes de variación a excepción de la triple interacción, la cual presentó una
media de 218.75 g. En el caso de compostas, la Vermi y el Testigo fueron
mejores con una media de 239.24 g (Cuadro 2); en el caso de sustratos, el testigo
con una media de 245.7 g, fue superior estadísticamente a los sustratos inertes
en 11.7% (Cuadro 3), mientras que en el caso de porcentajes, el testigo, el
37.5% y el 25%, fueron los mejores con una media de 236.91 g (Cuadro 4). Muñoz
(2003b) menciona que es importante podar los racimos, sacrificando producción y
ganando calidad, que a la postre será redituable mayormente
Diámetro
polar
Para
esta variable, se presentó diferencia significativa para composta y porcentaje,
caso contrario para sustratos y la triple interacción, con valores respectivos
de 5.57 cm, y 5.51cm.
En
compostas, la Vermi y el testigo fueron superiores a la Bio en 8.17% (Cuadro
2), mientras que en porcentajes, Vermi mas 25%,
el testigo y Vermi mas 37.5% fueron los mejores con una media de 5.8 cm (Cuadro 4).
Diámetro
ecuatorial
No
existió diferencia significativa para sustratos ni para la triple interacción,
con medias respectivamente de 6.91 y 6.48 cm
El
testigo y la Vermi, fueron los mejores tratamientos en compostas, con una media
de 7.07 cm (Cuadro 2); mientras que en lo que respecta a porcentajes, Vermi mas
25%, el testigo y Vermi mas 37.5%, fueron iguales estadísticamente con una
media de 7.07 cm. Los diámetro encontrados, se ubican de tamaño medio, según la
clasificación hecha por Rendón (1983), es decir, mayores de 64mm y menores de
73mm
Grados
Brix
Se
presentó diferencia significativa para todas las fuentes de variación. En
compostas y sustratos inertes, la Bio y la Vermi fueron superiores al testigo
en 20% y 21.33%, respectivamente, con una media de 4.25 y 4.33 grados Brix
(Cuadros, 2 y 3, respectivamente); por otro lado, en porcentaje, el testigo fue
el de menor significancia con un valor de 3.41 grados Brix, mientras que 37.5%
y 50%, fueron los mejores con una media de 4.4 grados (Cuadro 4). En la triple
interacción se presentaron ocho grupos de significancia, siendo las mezclas de
Bio mas perlita mas 37.5%, Bio mas arena mas 25%, Bio mas perlita mas 50%,
Vermi mas arena mas 50%, Bio mas arena mas 37.5% y Vermi mas arena mas 37.5%,
las mejores con una media de 4.56 grados, mientras que las combinaciones del
último grupo de significancia fue Bio mas arena mas 50% y el testigo con una
media de 3.50 grados. Osuna (1983) menciona que un valor mayor o igual a 4.0 es
considerado bueno, añade que existe una relación directa entre sólidos solubles
y firmeza, es decir, a mayor concentración
de sólidos, mayor será la
firmeza.
Espesor
de pulpa
No
se presentó diferencias significativas para composta ni para porcentaje,
`resentando valores medios de 0.773 cm y
0.774 cm, respectivamente.
Para
el caso de sustratos, el tratamiento testigo y la perlita, fueron mejores con
una media de 0.78 cm (Cuadro 3). Por otro lado, para el caso de la triple
interacción, se crearon cinco grupos estadísticos, sobresaliendo del primer
grupo, Vermi mas perlita mas 25%, Vermi mas perlita mas 37% y Bio mas arena mas
12.5%, con una media de 0.85 cm.
Numero
de lóculos
Para
el caso de numero de lóculos, se encontró diferencia significativa únicamente
para porcentaje, siendo Vermi mas 37.5%, así como el tratamiento testigo y
Vermi mas 25%, los mejores con una media oscilante entre 5.12 y 5.95 lóculos
(Cuadro 4)
Altura de planta
Las ecuaciones de regresión obtenidas para las
compostas y el testigo, obteniendo valores estimados, en centímetros, para 25 y
75 DDT de 51.65 y 130.10; 61.73 y 114.82; 51.51 y 138.85, para Bio, Vermi y el
testigo, respectivamente, en donde se observa que la Vermi es la que presenta
mayor altura en las primeras etapas, mientras que en las ultimas etapas el
testigo supera a las compostas, siendo la mejor de éstas la Bio.
Para
los sustratos inertes evaluados, , las ecuaciones de
regresión obtenidas para cada uno de éstos así como para el testigo, en donde
al estimar la altura a los 25 y 75 DDT, se presentan los siguientes valores,
respectivamente para arena, perlita y el testigo: 58.56 y 121.90 cm; 54.62 y
130.96 cm; 48.84 y 137.50 cm. La arena es la que inicia con mayor desarrollo,
mientras que el tratamiento testigo es el de mayor altura de planta en la etapa
final; cabe señalar que entre los sustratos, la perlita es la que termina con
mayor longitud.
En
lo que respecta al porcentaje de composta utilizado, tenemos en la Figura 5,
las ecuaciones de regresión para éstos, así como para el testigo, en donde al
estimar la altura para 12.5%, 25%, 37.5%, 50% y el testigo al los 25 y 75 DDT,
obtuvimos los siguientes valores: 54.49 y 112.35; 58.32 y 121.88; 58.42 y
137.36; 56.20 y 125.40; 48.92 y 139.01 cm. Se observa que los porcentajes de
25% y 37.5 % son los que despegan mas rápido el crecimiento vegetativo, caso
contrario en el testigo, mientras que para la etapa final, el testigo y el
37.5% son los de mayor altura.
Se observa la altura inicial y final de cada uno de los 16
tratamientos y el testigo, VA37 y VP25 fueron los de mayor vigor inicial,
mientras que BP50 y BP12 fueron los que mas retardaron su fase inicial de
crecimiento, mientras que el testigo y BV37 son los de mayor altura al final
del ciclo, VA12 y VP12 fueron los que menor altura alcanzaron
Análisis económico
La
producción del testigo casi duplico lo obtenido por las compostas, sin embargo,
al analizar, los costos de producción, en el rubro de adquisición de fertilizantes, según Castellanos (2003c), el
costo de fertilizantes por hectárea es de alrededor de $53,000 pesos, para los
cuatro meses y medio que duró el experimento, es decir, que se tiene que
invertir tal cantidad para obtener las 114.5 ton/ha, mientras que el costo para
cada una de las compostas, es del orden del 10% del costo de los fertilizantes
y se obtienen alrededor de 64 ton/ha
Conclusiones
El
tratamiento testigo es superior en rendimiento, sin embargo tenemos que con
$53,000 pesos se producen 114 ton/ha, con fertirrigación, mientras que con
compostas, se producen 64 ton/ha con $5,300 pesos
El
contenido grados Brix, es mayor en las compostas que en el sistema de
fertirrigación
La
vermicomposta en general, presenta mayor beneficio que la Biocomposta, sin
embargo, la limitante radica en que la Biocomposta es un producto ya comercial,
mientras que la Vermicomposta, es prácticamente, de producción casera, por lo
que, posiblemente, es difícil conseguirla en grandes cantidades
Se
obtiene mayor rendimiento, en perlita que en arena, sin embrago, el uso de la
fertirrigación supera a ambos
Los
porcentajes de composta que mayores rendimientos brindan son el 37.5 y el 50%,
sin embargo, el testigo es el de mayor producción
En
la altura, las compostas inician mejor y más rápido el crecimiento vegetativo,
sin embargo, al final el tratamiento testigo las supera
Será
conveniente en estudios posteriores agregar fertilizantes orgánicos a las
compostas con el fin de aumentar los nutrimentos por macetas que se reflejará
sin duda en mayores rendimientos.
Literatura
Citada
Acosta B.B. 2003. Producción
orgánica de hortalizas con vermicomposta
bajo condiciones de invernadero en la comarca lagunera. Tesis de Licenciatura.
UAAAN-UL, Torreón, Coahuila, México.
Anónimo 1. 2003. INTA Pergamino, Equipo del proyecto
fertilizar. Fertilizantes y soluciones concentradas. En http://fertilizar.org.ar/articulos/Fertilizantes%20y%20Soluciones%20Concentradas.htm.
Anónimo 2 . 2003. Cuidado con los nitratos. En: http://adelco.com.ar/nitritos.ht
Ávalos G. L del C. 2003.
Rendimiento y calidad de dos híbridos de tomate (Lycopersicon esculentum
Mill) en vermicomposta bajo condiciones de invernadero. Tesis de Licenciatura.
UAAAN-UL, Torreón, Coahuila, México.
Brentlinger D. 2002.
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Calvin L y Barrios V. 2000.
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Internacionalización de la horticultura. Editorial Mundiprensa. México
Castellanos J.Z. 2003a. Manejo de la fertirrigación
en suelo. p.109-129. En: J.J.Muñoz-Ramos
y J.Z. Castellanos (Eds). Manual de
producción hortícola en invernadero. INACAPA. México
Castellanos J.Z. 2003b. La calidad del agua.
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Castellanos (Eds). Manual de
producción hortícola en invernadero. INACAPA. México
Castellanos J.Z. 2003c. Análisis de costos de
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